Por la Profra. Acela Servín Murrieta en el año de 1997
Hasta los años 50, los trabajadores del ramo educativo en Veracruz, estaban abandonados a su suerte por las autoridades de todo tipo, por lo que, tienen la necesidad de unirse para resolver los graves problemas que afrontan y por tal motivo integran sindicatos regionales. En esa época las vías de comunicación eran escasas, en general se padecía de teléfono y el transporte terrestre era difícil por la falta de caminos y carreteras.
Por todos los rumbos del estado se integran directivas sindicales y en el sur nacen organizaciones de lucha que alivian en parte la situación de los trabajadores. Su historial se ha ido perdiendo a través del tiempo.
En la ciudad de México nace el S.N.T.E. y en Veracruz, con la intervención directa del gobierno del estado, se inicia la afiliación de los trabajadores del ramo educativo de la dirección de educación popular, que era la única que tenia verdadera importancia en cuanto al numero de trabajadores y así nace también la sección 46 del S.N.T.E. con la protección y dirección del gobierno de Veracruz, que maneja congresos y claro los comités ejecutivos seccionales que se transforman en un aparato al servicio de la dirección general de educación popular. Los resultados de este nacimiento irregular saltan a la vista.
Existen compañeros que aceptan que los delegados a congresos sean los inspectores escolares y que a su vez los inspectores de cada zona manejen las delegaciones con representantes incondicionales, que siempre aceptan con total mansedumbre las órdenes y los caprichos del caciquillo que las autoridades les ha designado. También existen trabajadores que empiezan a protestar y a unirse para terminar con ese estado de cosas, que en nada beneficiaba a los trabajadores y si detenía el mejoramiento económico de todos ellos.
Se marca una diferencia muy grande entre los trabajadores del sistema federal y los estatales siendo nosotros el patito feo de los trabajadores de la educación, con salarios muy bajos y con prestaciones inferiores, que nos mantenían en una situación de angustia y a todas luces vejatoria.
Desde 1956 algunas delegaciones se unen para señalar su inconformidad en las reuniones de consejo o de congreso. Estas delegaciones inconformes también promovían reuniones regionales para analizar los problemas laborales que estaban viviendo y protestar por la apatía de los dirigentes seccionales.
Por fin llega el año de 1958 en que la inconformidad se hace más aguda y empieza a formarse un grupo de varias delegaciones que logra colocar a uno de sus miembros en el comité ejecutivo que se designa el mes de abril del año de 1958. En esa fecha da principio el trabajo para que en el futuro congreso de la sección 46 del S.N.T.E., se designe un comité ejecutivo con los verdaderos representantes de los trabajadores y así, sacudirnos la tutela del gobierno del estado y del comité ejecutivo nacional, que siempre se ponían de acuerdo para nombrar antes del congreso al comité ejecutivo de la sección 46.- el primer paso era ganar las directivas de las delegaciones o integrar grupos de compañeros debidamente convencidos de la lucha, para que a su vez, fuesen ganando simpatizantes al cambio tan necesario en la forma de trabajar y beneficiar verdaderamente a los compañeros de todo el estado.
Los comités seccionales del S.N.T.E tenían una vigencia de tres años, si la directiva en funciones había sido designada en abril de 1958, el comité siguiente debía ser designado también en abril de 1961 ; por esa razón, desde finales de 1960 empezamos a platicar con los responsables de algunas delegaciones en distintas ciudades del centro del estado, la finalidad era ganar en las asambleas respectivas de cada una de las delegaciones simpatizantes, los delegados efectivos que asistirían al próximo congreso estatal ordinario del S.N.T.E. Una de las más difíciles, era Xalapa-Locales, y para eso, los que nos habíamos comprometido a realizar el trabajo, ocupamos todas las horas que teníamos de descanso. Al principio, no sabían de nuestra existencia, pero la necesidad de aumentar el número de adeptos, hizo que nos diéramos a conocer y a partir de esa fecha empezaron a tomarnos en cuenta, como un pequeño grupo de ilusos.
Al ver que llegaba la hora y la convocatoria para llevar a cabo el congreso ordinario no era lanzada, en una reunión estatal, después de varias horas de cambiar impresiones, decidimos darnos a conocer como grupo opositor de la directiva en funciones y partimos a México a entrevistarnos con el secretario de organización del sindicato nacional. En esa entrevista, exigimos respetuosamente que se convocara de inmediato al congreso respectivo y se realizara el cambio de comité como lo ordenaba el articulo correspondiente de los estatutos en vigor ; el profesor rito vargas, así se llamaba el secretari0 que nos ocupa, nos indico que en Veracruz se iban a realizar elecciones para designar diputados y que no era conveniente el evento que solicitábamos, pero que a fin de año se realizarían las actividades para el cambio de comité ejecutivo, de inmediato se hizo el señalamiento de que a fin de año serian las elecciones para presidentes municipales y tal vez seria una nueva excusa para no hacer los trabajos del congreso que solicitábamos. Nos pidió esperar y que regresáramos a nuestros lugares de origen.- a partir de ese momento, las represalias y las persecuciones no se hicieron esperar, pero como casi todos estábamos preparados, pudimos aguantar el tiempo que fue necesario.
Los trabajos del grupo opositor que formamos, continuaron ahora con mayor entusiasmo.
Por fin el comité ejecutivo nacional, mando representante y en unión de algunos miembros del comité seccional, que se hicieron acompañar por Héctor Jerezano Riestra, traidor de nuestro grupo y de Juan Montalvo Palacios de la delegación de Papantla, para que, en las delegaciones hablaran en favor de la directiva y nos presentaran a los del grupo opositor como agitadores. Inventaban historias para desprestigiar nuestra labor que era a todas luces legítima y respetuosa de los estatutos, que normaban la vida del sindicato al cual estábamos afiliados. El representante del comité nacional, un licenciado tartamudo en unión de la camarilla que lo acompañaba, realizo todo tipo de irregularidades propias del comité nacional, para que no se designaran los delegados, auténticos representantes de cada una de las delegaciones que integraban en esa época la sección 46 del S.N.T.E, organismo sindical al que pertenecíamos y al que deseábamos depurar.
De acuerdo con la costumbre se citaba a los compañeros a una hora adecuada, tomando en cuenta las dificultades para trasladarse a la cabecera de zona, que era el lugar en donde se desarrollaban las asambleas delegacionales. Con toda la mala fe, hicieron los citatorios en horarios en que la mayoría de los compañeros no podían asistir oportunamente y se retiraban sin nombrar los delegados al congreso. En muchos casos pudimos contrarrestar esta maniobra pidiendo a los comités delegaciones que hicieran hasta lo imposible por conseguir el quórum antes de la hora citada, en algunas ocasiones lo logramos.
En las delegaciones urbanas no tuvimos problemas para que se realizaran las asambleas y en la mayoría de ellas logramos ganar lo delegados. Por lo que hace a las delegaciones mas dispersas y mas incomunicadas, estas, solicitaron un nuevo citatorio y aunque fueron autorizadas para hacerlo, jamás llegaron los representantes que debían dar validez a las asambleas, que no se habían realizado por la actitud dolosa e inmoral de las tantas veces citados representantes del comité seccional.
Como el tiempo se venia encima, las delegaciones que no habían nombrado sus delegados, citaron a todos sus integrantes y en presencia de notarios públicos, designaron sus respectivos delegados.
Unos cuantos días antes de que se desarrollaran los trabajos del congreso, supimos que este, se llevaría a cabo en la ciudad de Papantla los días 6 y 7 de noviembre de 1961 y decidimos concentrarnos en la ciudad de Xalapa y posteriormente trasladarnos a la ciudad de Tuxpan, donde nos reunimos en la escuela Miguel Lerdo de Tejeda con las delegaciones del norte que simpatizaban con nosotros, nos reunimos, para acordar las acciones que realizaríamos y elaborar la planilla que debíamos apoyar al día siguiente en la ciudad de Papantla, lugar en el que debía desarrollarse el congreso tantas veces mencionado.
Al tratar de ingresar al local donde debía realizarse el acto sindical, que fue en el cine Tepeyac, con sorpresa, nos dimos cuenta que la puerta principal estaba cerrada, que solo se podía entrar por la puerta de atrás ; nos trasladamos y no permitieron la entrada a un buen numero de compañeros ; decidimos que entraran todos lo que podían hacerlo, pues pensábamos que aun éramos mayoría notoria y acordaríamos que de inmediato se permitiera el ingreso a todos los que habían quedado fuera, los que eran auténticos representantes de sus delegaciones como lo comprueban las actas notariales, que oportunamente se habían levantado con la presencia de casi todos los integrantes de sus respectivas delegaciones.
Inmenso fue nuestro asombro, cuando encontramos la sala del cine llena de personas repudiadas en las delegaciones a las que pertenecían, ya que siempre se vendían al mejor postor y eran indeseables como personas y como sindicalistas.
El cine estaba lleno de delegados de paja, que habían sido nombrados en casas particulares o en la oscuridad de alguna oficina sindical o de gobierno.
Nuestra presencia, que representaba en ese momento la mayoría de los delegados designados legalmente, le otorgaba validez al multicitado congreso, por lo que, decidimos retirarnos de la sala, para reunirnos en la calle con nuestros compañeros.
Después de oír varias opiniones y sobre todo, calmar los ánimos que estaban bastante alterados, decidimos trasladarnos a la ciudad de poza rica y ahí tomamos los acuerdos siguientes : primero, enviar al comité nacional, un telegrama firmado por todos los delegados que en porcentaje representaba el 83% de los delegados auténticamente designados por sus respectivas delegaciones, indicándole, que desconocíamos el congreso espureo que se estaba realizando en Papantla y todos los acuerdos que en el se tomaran ; segundo, trasladarnos a la ciudad de Xalapa para tomar los acuerdos necesarios para resolver el problema ; así lo hicimos y aunque había dificultad para pasar por Tecolutla viajamos por Villa Juárez y Zacatlán de las manzanas.
Al llegar Xalapa el día 7 de noviembre de 1961 cansados y desvelados, acordamos descansar y a las doce horas reunirnos en la escuela normal.
Se contrataron los servicios del lic. Romeo camarillo c. Notario publico num. 10 y después de identificarnos con nuestras credenciales de delegados y con las actas notariales respectivas, las credenciales de pensiones o cualquier otro documento que a juicio del notario no dejara duda de nuestra personalidad. Se explico por parte de varios delegados presentes, de todas las irregularidades cometidas por los integrantes del comité ejecutivo y su camarilla y por esa razón desconocíamos los acuerdos que hubiesen tomados y especialmente al comité ejecutivo seccional que hubiesen designado en el falso congreso. A la vez se designo una comisión que se denomino " comisión coordinadora del movimiento depurador de la sección 46 del S.N.T.E. ", integrada por los profesores Acela Servín Murrieta como Presidente, Miguel Morales Ávila como Vicepresidente, José Yerena Morales como Secretario y Antonio Zamora Díaz y Avelino Marcio Bolaños Salamanca como Vocales ; para Auxiliarnos se designo al Profesor José Manuel Palafox Posadas como Asesor. Esta comisión que desde ese momento se encargaría, en unión de todas las delegaciones de llevar a cabo acciones para lograr que se citara a un congreso legalmente establecido y en el, designar un comité ejecutivo autentico, que tuviese el apoyo de la mayoría de los maestro de Veracruz y que se ocuparía de realizar todas las gestiones laborales de todos los que integraban el movimiento depurador.
El Profesor Antonio Zamora Díaz y su esposa prestaron sin ninguna condición, la sala de su casa, y con un modesto escritorio prestado por la Profesora Angelina Arcos Ortiz y una maquina de escribir de mi propiedad, instalamos las oficinas de la comisión coordinadora en la calle de Azueta # 113 hoy 153, que fue el centro de operaciones del movimiento mas limpio y respetable que en esa fecha nacía, para defender los intereses del magisterio : " movimiento depurador de la sección 46 del S.N.T.E. "
En ese lapso se tramitaron préstamos en pensiones y el seguro del magisterio, licencias de todo tipo en la dirección general de educación, nombramientos de planta, permutas y todo tipo de movimientos administrativos. En los fines de semana visitábamos a las delegaciones que lo solicitaban y regularmente se realizaban reuniones generales con las delegaciones comprometidas.
En varias ocasiones, asistimos a la ciudad de México para entrevistarnos con los secretarios del comité ejecutivo nacional, entre ellos, con Alberto Larios Gaytan, Secretario General, con Enrique Olivares Santana Secretario de Organización que estaba pensando en la Gubernatura de Aguascalientes y que mas tarde fue nombrado ministro de Gobernación y primer embajador de México en el vaticano; también nos entrevistamos con el Ing. Jesús Robles Martínez, Secretario General de la FETSE, que siempre trato de ayudarnos por nuestras justas peticiones.
En todas las entrevistas nos indicaban que teníamos razón, que esperáramos y que para el próximo congreso, nuestro grupo seria el ganador. A tanta insistencia nos turnaron con el Profesor Mena Montealegre, que era Presidente de la comisión de vigilancia del S.N.T.E. ; que mando a nuestro estado y especialmente a la ciudad de Xalapa a varios representantes para recabar pruebas de nuestras aseveraciones ; pero como el tiempo pasaba y las autoridades estatales de educación aprovechaban esa demora apara tratar de minar nuestro grupo, decidimos organizarnos para citar a un congreso constituyente el día 11 de agosto de 1962 y así naciera el SETSE. en esa fecha memorable, gracias al esfuerzo de todos los compañeros, que hicieron posible vencer los obstáculos de un sindicato nacional corrupto y unas autoridades parciales, que seguían controlando el pequeño grupo que representaba la sección 46 del S.N.T.E.
Este sencillo relato, con las fallas naturales de una síntesis, no lleva las angustias pasadas, los sinsabores de todos los compañeros que eran amenazados por funcionarios de gobierno, de que perderían sus empleos si continuaban en una aventura que según el criterio de estas, terminaría en fracaso.
La hazaña de todos los integrantes del movimiento depurador tuvo mayor merito porque las condiciones de aquella época eran totalmente distintas a las que actualmente estamos viviendo.
Al nacer nuestro sindicato, se pensó que seria un gran ejemplo para los trabajadores del ramo educativo en nuestro estado y en lo sucesivo únicamente surgirían sindicatos independientes y que estos fuesen verdaderos defensores de los trabajadores y no tuvieran la nefasta influencia de los patrones.
Lamentablemente, el S.U.T.S.E.M. nace en la Subsecretaria de Gobierno del Estado y es Manuel Carbonell de la hoz, quien designa al tristemente recordado Polo Castillo, como Secretario General y este se traslada posteriormente al hotel "México" para designar el comité estatal del organismo mencionado.
El FESAPAUV, nace a iniciativa del rector de aquella época, ya que este necesita tener un instrumento para controlar a los catedráticos que aumentan en gran número debido a la expansión de las facultades que empiezan a funcionar en varias ciudades de la entidad.
El Director de la Escuela Normal Veracruzana de Xalapa, también auspicia, a través de un grupo de su simpatía, que vuelva a renacer el sindicato de esa institución.
En cambio el SETSE., es el ideal de los trabajadores. Nace limpio, diamantino y poderoso, su origen es modesto, como lo son sus integrantes; su fuerza y decisión, de inmediato le dan prestigio en toda nuestra patria chica.
Al nacer, nos marcamos un programa de acción muy ambicioso, que en muy poco tiempo lo cumplimos y hubo que fijar nuevas metas, que con verdadera regularidad se fueron alcanzando.
Hoy, a casi treinta y cinco años de su nacimiento podemos decir con orgullo y autentica satisfacción, que gozamos de iguales salarios y prestaciones superiores, con relación al personal transferido.
Siendo el sindicato al que renunciamos tan numeroso y con integrantes en toda la republica, ha sido superado por el nuestro, que con sus luchas ha alcanzado un nivel superior para sus integrantes y muy especialmente en el estado, para los trabajadores de su propio sindicato, que ha sido beneficiados sin haber hecho el menor esfuerzo y en cambio han sido esquiroles, apoyando al gobierno del estado, en contra de nuestras acciones sindicales en beneficio de los trabajadores del ramo educativo.
En el trigésimo quinto aniversario del nacimiento de nuestro respetable sindicato, nos satisface saber que las generaciones que han tomado la estafeta, para continuar en esta interminable lucha en beneficio del magisterio, han sido dignas representantes de una organización, siempre joven, siempre limpia y sobre todo ejemplar.
Recordar la historia del nacimiento de nuestro sindicato, que además de apasionante, fue decisivo para todos los que integramos los cuadros directivos del movimiento depurador, ya que las amarguras y los sinsabores que padecimos por tener que luchar contra personas e instituciones que usaban la intriga y todas las armas inmorales que uno pueda imaginarse, nos proporciono, al fin, un triunfo claro y definitivo, que templo nuestra voluntad y nuestro espíritu de lucha, que día a día, se acrecienta y nos ubica en el sitio adecuado para sentirnos orgullosos y dignos hijos del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación.